Elegir vivir sin drogas? sí, pero…

Don Sebastián Piñera Echeñique:

He escuchado con interés su anuncio de la iniciativa dada en llamar “Elige vivir sin drogas”, y los conceptos por Ud. usados en tal alocución para referirse a la encomiable intención de prevenir el consumo de estas sustancias por parte de los niños, niñas y adolescentes chilenos.

Al tenor de aquello, he sentido la necesidad de participarle de la visión que comparto en torno a este complejo asunto, aspirando a dar mi pequeña contribución como profesional con extenso desempeño en el trabajo de atención y cuidado a la infancia y adolescencia de nuestro país, que se encuentra en circunstancias especialmente difíciles.

Las cifras y el diagnóstico del estado de situación en Chile en torno al consumo de sustancias tóxicas están sobre la mesa, denotando como Ud. bien sabe, una realidad en extremo severa y que, no obstante, ha sido históricamente relativizada debido a una muy compleja ecuación de variables biopsicosociales, económicas, políticas, religiosas y culturales, generándose un efecto evidente de inacción muy significativo que supera los esfuerzos también visibles de las iniciativas implementadas a través de los Ministerios de Salud, de Educación, y de Justicia, de SENDA y de algunos fondos regionales.

Quiero mostrarle, Presidente, que poner el foco de atención sobre “las drogas” y usar como estrategia de acción el relato de “la guerra” contra ellas es profundamente equivocado.

Baste recordar que en cuanto a este relato, nacido en el entorno del Gobierno del Presidente Richard Nixon en el año 1970, hemos asistido al más absoluto fracaso del mismo con cifras de tráfico y consumo que no sólo no se logran controlar, sino que han generado otros problemas graves, como es la sobrepoblación carcelaria por causas asociadas a la Ley de control y prevención del abuso de drogas en Estados Unidos, tal como también ocurre en nuestro país, donde las encarcelaciones por infracción a la Ley Nº 20.000 ocupan el segundo lugar, tras el delito de robo.

He podido observar en la primera línea por muchos años el fenómeno de la elección de una conducta tan perniciosa como el consumo de psicotrópicos, encontrando algunas explicaciones plausibles de la paradoja que constituye ver a una persona, es decir, una entidad por definición inteligente, cometiendo una conducta autodestructiva.

Ciertamente, es sabido que los humanos presentamos una gran complejidad en nuestro comportamiento, tratándose de seres en proceso de desarrollo aún lejos de alcanzar sus más altas cumbres. Sin embargo, la autoflagelación arranca en todos los casos desde una severa fractura en el sistema afectivo del individuo, que suele permanecer abierta por mucho tiempo y encontrarse -por tanto- sin la necesaria reparación.

Esta particular circunstancia de sufrimiento o carencia de afecto torna extremadamente sensibles a las personas, condición que de ordinario deviene en una fuerte devaluación de sí mismas, una marcada culpabilización a terceros y la estrechez creciente del rango de su capacidad para tomar decisiones sensatas.

Normalmente se encuentran en un estado semejante cuando acuden -por ejemplo- al Programa que dirijo y el principio que aplicamos en nuestro trabajo es en mi opinión válido para la totalidad de una política nacional para abordar el fenómeno en comento.

La conducta de consumo de una o más sustancias tóxicas es en sí misma éticamente reprobable, sin embargo, las razones que llevan a una persona a este comportamiento son respetables, en tanto provienen desde la soberanía de su mundo interior, antes de convertirse en hechos que eventualmente causarán daño.

Las personas sí obtienen algún beneficio con esta conducta, comúnmente asociado a la atenuación momentánea de la experiencia de sufrimiento antes aludida.

Sr. Piñera, me permito expresarle lo mismo que he sostenido ante quienes resulten ser pertinentes al propósito de revisar y mejorar la capacidad de respuesta que como comunidad nacional debemos darnos, para detener y disminuir la distorsión conductual en referencia.

Nuestros esfuerzos deben ser dirigidos a las circunstancias existenciales -individuales y sociales- que motivan a las personas a adoptar tales decisiones distorsionadas, a pesar del daño auto infligido con ello.

Es menester una política nacional de reorganización de la vida de los ciudadanos, de modo de introducir coherencia entre las múltiples facetas que constituyen la cotidianeidad de los mismos.

Es necesario disminuir drásticamente el sometimiento de las personas a tan alto distrés cada día, con una revisión profunda del diseño vigente para el funcionamiento de los sistemas laboral, productivo, educacional, de transporte, urbanístico, de servicios básicos, de ocupación del ocio, en suma, debemos abocarnos a rescatar el funcionamiento sano de las familias que en gran número ya perdieron el sentido de lo que eso significa, y proteger a aquellas que aún no han visto muy deteriorada su calidad de vida para que no sigan a las primeras en la rodada.  

Dado el diseño lineal de nuestro ordenamiento administrativo, cuya ineficiencia dificulta la posibilidad de alcanzar logros muy mayores, la iniciativa compromiso país es propicia para abordar sistémicamente la compleja ecuación problemática que afecta a la mayoría de la Nación, pivoteada desde el Ministerio de Desarrollo Social y Familia con un contenido de políticas, planes y programas que no sólo se propongan desde un mero afán paternalista, sino desde la asunción del principio de que cuidar y proteger nuestra célula social básica y todos sus integrantes, devendrá necesariamente en un ordenamiento coherente de todas las actividades y funciones de los distintos componentes de la vida nacional organizada.

Publicado por

Carlos Ramón Silva

Escribo para desahogar. Es mejor que predicar en el desierto.

12 comentarios en «Elegir vivir sin drogas? sí, pero…»

  1. Hay un dicho campesino que dice, muerta la perra se acaba la leva, lo que el gobierno tiene que hacer es terminar con los traficantes que están matando a pausa a nuestra juventud sobre todo con la maldita pasta base que es la peor de todas y la encuentras en todas partes. Acá donde vivo yo deben haber cinco delincuentes que viven de este veneno y las autoridades hacen poco o nada sabiendo quienes son, en estos días se está investigando a tres jurces de la corte de apelaciones de Rancagua, uno por tener nexos y protección con una banda de traficantes, entonces me preguntó; de que forma la policía va a poder combatir y terminar con esta lacra si la corrupción está en las altas esferas de la que creemos es la justicia?, nunca ya que el trabajo de las policías se va al tacho de la basura.
    Así que si se quiere terminar con este terrible flagelo que está matando y convirtiéndo a nuestros hijos en zombies , sería que las policías tuvieran amplias atribuciones para investigar sin distinguir a quien tenga el poder o puesto en el sistema judicial y de cualquier institución que pertenezca al estado, sólo así se podrá combatir esta lacra que no está afectando como familias y país.

    Me gusta

    1. Estimado Luis Mariano, agradezco tu sincero comentario. Está muy claro que la disponibilidad de toda clase de sustancias tóxicas, legales e ilegales, no obedece al azar, sino que forma parte de un diseño muy bien implementado desde un Poder oscuro al que podemos denominar de muy diversas formas. Para mí, la «guerra contra las drogas» no tiene más sentido que la propaganda de ese mismo Poder, para hacer creer a la gente que «se está haciendo algo al respecto», cosa que en los hechos es siempre muy marginal, como es evidente.
      Por ello sostengo que necesitamos poner el foco en las causas y no en los efectos. No en «las drogas» sino llevar luz y transparencia hasta donde nos sea posible, empujando a «las autoridades» desde el sentido común de una ciudadanía que -aspiro- debe empoderarse de modo creciente en dirección a la autodeterminación.

      Me gusta

    2. Esa sería la solución enfrentar el narcotráfico en todos los frentes igual que en Filipinas en donde se corre bala con los narcos después de matar unos miles se acaba el problema en cuanto a cantidad de droga quedando un mínimo que tratar pero manteniendo la mano dura al igual también que en Singapur, es la única manera que ha dado resultados.

      Me gusta

      1. Esa sería una forma de reducir fuertemente el tráfico de drogas, muy probablemente, con la promesa segura de perpetuar la violencia cualquier sociedad, lo que implicaría cambiar los modos de matar a las personas y, probablemente, cambiaría el destino del dinero implicado en el tráfico de cualquier tipo.
        No. Lo que sirve, estoy convencido, es un trabajo pacífico y valiente, de una ciudadanía empoderada que tenga el control de las instituciones.

        Me gusta

  2. Muy acertado creo que eliminar narcos no es la solucion…hay que evitar el consumo y el consumo se evita con la fortaleza que te da la autoestima y el amor a la vida ….la familia o los lazos afectivos son los que logran dar la fortaleza a las personas,es decir, con personas capaces de enfrentar dificultades y no escapar de ellas, se gana evitar el consumo y esto sera logrado con cambios profundos, cambios sociales y politicos.

    Me gusta

    1. Exactamente así lo veo, Alicia. La miseria de la que un ser humano es capaz sólo proviene del miedo; de un ambiente empobrecido. Por tanto, una Cultura Biocéntrica, que releva la vida por sobre todas las cosas, pue ser alcanzada a través de la generación y estimulación de ambientes enriquecidos para todos y todas.

      Me gusta

    2. Cómo le dás autoestima a siete millones de drogadictos en Chile?? Es imposible pués a un drogadicto hay que hacerle terapia encerrado en un sanatorio y es carísimo, es más barato guerra frontal a los narcos que cada vez están más fuertes y pueden llegar a ser tan poderosos como los de Colombia, si no se reacciona a tiempo estamos perdidos.

      Me gusta

      1. Está bastante claro que lo que sucede obedece a un diseño, Poncho. El Poder de Facto usa diversas estrategias para instalar su diseño y una de ellas es la promoción desenfrenada de las adicciones estupidizantes a sustancias. Por eso le digo al entorno de Piñera que la llamada guerra contra las drogas no sirve. Lo que hace Duterte es sólo una versión exagerada y abierta de la represión que promovió el estado Profundo a través de Nixon el ´71, con un estruendoso fracaso…, que podría estar dentro de los resultados que esperaban, incluso. Ya sabemos que las drogas son promovidas por el mismo Poder que luego dice luchar contra ellas. Desde mi perspectiva, sólo podremos cambiar el statu quo si nos decidimos a hacernos cargo y cambiar el modelo de Administración.

        Me gusta

  3. Por algo hay que empezar. Se entiende que está campaña involucra a todos. Parte desde el hogar. Elige enseñar a tu hijo porque no debe consumir drogas y sobretodo a decir que no cuando te enfrentes a una ocasión de consumo. Elige vivir sin drogas. Elige a educar tu voluntad para decir que no. Si tomamos esta conciencia, no importa cuántos traficantes haya. Hay que tomar la batuta cada uno y salvar a las nuevas generaciones del flagelo de las drogas. Elige vivir sin drogas 🔮🎐💪💪💪💪

    Me gusta

    1. Ciertamente, Carmen, es lo que debemos hacer, simplemente elegir bien cada cosa en nuestra vida y para nuestros hijos. No obstante, en lo que respecta al esfuerzo social a través del Estado, lo que estimo corresponde es pasar de una política meramente reactiva, a una agresiva transformación del diseño del sistema de administración, poniendo a la familia en el centro de todas las políticas, económicas, sociales, educacionales, de salud, de uso del tiempo libre, etc., etc.

      Me gusta

  4. Otro aporte significativo, a mi juicio, par contribuir a la mejora de los planes y atretagias preventivas y de tratamientos que con tanta pomposidad impulsan los gobiernos de turno (cada uno con énfasis distintos), es el hecho concreto de considerar e incorporar a los sistemas o servicios públicos y/o privados, personas con experiencia en el áerea, capacitados técnica y vivencialmente; personas humanas y sensibles en este tema tan complejo. Individuos que no solo se nutran de protocolos fríos y mecánicos, de ceremonias y cócteles varios, de saludos de políticos afines; sino personas humildes que visiten constante y permanentemente los distintos programas que se ejecutan en las zonas de nuestro país, con una mirada comprensiva, compasiva y prestos a apoyar a un sistema que en la actualidad se observa precario, frío, lleno de bucrocracia, cuestionamientos y asesorías infértiles… Deben empaparse de la realidad, de los relatos de quienes viven estas experiencias dolorosas y traumáticas, de quienes, al fin y al cabo, le debemos nuestras vidas y servicio…. SENDA hace rato perdió su «senda»……

    Me gusta

Deja un comentario